¿Sabes por qué es importante que nos mantengamos hidratados cuando estamos padeciendo alguna enfermedad? ¿Qué efectos negativos pueden suceder si no cuidamos este tema?
Si has notado consumir agua es una de las recomendaciones más recurrentes que los doctores nos dan cuando tenemos alguna enfermedad.
Sabemos que hacer esto es sumamente importante para que nuestro organismo funcione de la mejor manera. Después de todo, estamos conformados por alrededor de un 75 por ciento de agua.
¿Pero por qué se le debe dar un cuidado extra especial cuando estamos enfermos?
En estas condiciones, probablemente no tengamos muchos deseos de comer o tomar algo. Sin embargo, nuestro cuerpo necesita cierta cantidad de agua cada día para funcionar normalmente, eliminar toxinas y limpiarlo de cualquier virus o infección.
Además, cuando estamos enfermos, solemos perder muchos líquidos. Sobre todo si se trata de algún padecimiento que presente síntomas de diarrea, vómitos o fiebre.
Según el sitio You Beauty, si tenemos fiebre, nuestro cuerpo suda para refrescarse y bajar la temperatura. Si estamos tosiendo y estornudando también estamos perdiendo líquidos.
Agregando a estos factores, cuando nos sentimos enfermos disminuye nuestro apetito, por lo que terminamos ingiriendo una menor cantidad de agua de lo que normalmente proviene de los alimentos.
Cuando estés enfermo, no esperes hasta que tengas sed, podrías estar deshidratado sin haberte dado cuenta.
Si son tus hijos los que están enfermos, asegúrate de que tomen agua constantemente y enséñales la importancia de mantenerse hidratados para sentirse mejor.
Consejos para tomar agua cuando estamos enfermos
Si te sientes muy mal, probablemente lo que menos quieres es salir de tu cama e ir a la cocina por un vaso de agua.
Por eso tenemos algunas recomendaciones que puedes seguir para asegurarte de mantenerte bien hidratado durante tu recuperación:
Mantén una botella de plástico reutilizable con agua en la mesa de noche de tu cuarto, de esta forma no deberás levantarte constantemente para ir a la cocina.
Establece alarmas en tu despertador o tu teléfono móvil para recordarte de tomar agua cada cierto tiempo.
Agrega rodajas de limón o naranja para darle un toque más dulce al sabor del agua.
Si te sientes con náusea y se te dificulta tomar agua, utiliza una cuchara para tomar un poco cada par de minutos, pero no dejes de hidratarte.
Complementa tu hidratación con alimentos como sopas o frutas y verduras con un alto porcentaje de agua en su composición.
Asegúrate de cuidar tu organismo, visita al médico para que te de la mejor receta para combatir enfermedades, descansa lo suficiente y mantente hidratado.
En JAPAC estamos de acuerdo en que con estos consejos podrás recuperarte mucho más rápido y regresar a tus actividades regulares. Por ello todos los días en JAPAC trabajamos para que a tu casa llegue agua de calidad.