Agua y energía

26 octubre, 2016by Japac
Agua y energía

El agua y la energía están intrínsecamente interconectadas. Todas las fuentes de energía (incluida la electricidad) requieren del agua en sus procesos de producción: para la extracción de materias primas, la refrigeración de plantas térmicas, los procesos de limpieza, la producción de biocombustibles y para el funcionamiento de las turbinas. Se requiere de la energía para que se pueda disponer de agua para uso y consumo humano (incluyendo el riego) a través del bombeo, transporte, tratamiento y desalación.

Agua para la energía

La disponibilidad de energía es el pilar para el progreso social y económico de una sociedad. El agua resulta clave para el desarrollo de las infraestructuras energéticas y sigue siendo fundamental en todo el ciclo de vida de las infraestructuras energéticas y el desarrollo de dichos recursos, desde la extracción de combustibles, su purificación, lavado y tratamiento, como refrigerante en las centrales nucleares o térmicas, o para las plantas de energía hidroeléctrica (como “combustible”) o en la producción de biocombustibles (agua de riego).

Energía para el agua

La energía tiene una importancia primordial para la gestión y el desarrollo de los recursos hídricos. Las infraestructuras del agua dependen por completo de la energía a lo largo de su cadena de valor, desde el bombeo de aguas subterráneas, el transporte, la purificación del agua, la desalación, la distribución del agua a los usos económicos y a la población hasta la recogida, la gestión y el tratamiento de las aguas residuales.

La forma en que la sociedad entiende la gestión conjunta de los recursos hídricos y energéticos se ha desarrollado con el tiempo. Esta relación, tal y como se define hoy en día, se puede considerar que es simplemente cuál es la intensidad energética en el sector del agua y cuál es la intensidad del agua en el sector de la energía. Esto es, la cantidad de agua necesaria, directa o indirectamente, para la exploración, la extracción, la generación y la transmisión de la energía, y la cantidad de energía necesaria para la extracción, el transporte, la distribución, la recogida, el tratamiento y el uso final del agua. El nexo agua-energía fue acuñado como un área de estudio separada dentro del concepto del nexo con el fin de analizar las interdependencias y las complejidades específicas en la relación entre el agua y la energía. La dependencia que tiene el agua del sector energético y la dependencia del sector energético del agua gira en torno a cuestiones elementales como son los sistemas de gestión del agua y de infraestructuras o la energía sostenible y la eficiencia de los sistemas.

El desarrollo integrado, y no de forma aislada, de las políticas hídricas y energéticas es de suma importancia. Con los altos riesgos a los que el sector energético está ahora expuesto, la inclusión del agua en sus planes estratégicos resulta más esencial que nunca.