El agua es un recurso natural al que no le prestamos la atención que merece, la inmensa mayoría de la población de la tierra no dispone de agua en una llave, ni siquiera de agua potable, debido a ello, para conseguir una gota de agua potable es necesario que suelan caminar kilómetros de distancias para poder conseguir un poco de agua, y así, satisfacer sus necesidades vitales.
Planchar la ropa con el agua de la secadora, regar las plantas con el agua fría de la ducha o llenar la cisterna con agua de lluvia son algunos de los sencillos trucos que puedes hacer en casa para ahorrar uno de los recursos naturales más valiosos que existen. Por ello JAPAC te da algunas recomendaciones para que puedas reciclar el agua. Toma buena nota:
Aprovecha el agua fría de la ducha. A la hora de ducharnos, es habitual que una gran cantidad de agua se pierda por el desagüe hasta conseguir la temperatura adecuada. Para evitar este despilfarro, una buena idea es colocar un cubo bajo la ducha para recoger esa agua fría que después podemos utilizar para regar las plantas o fregar los platos.
Reutiliza las aguas grises para tu jardín. Siempre que no contengan químicos, las aguas generadas por procesos domésticos como el lavado de ropa o el agua que usas tras un baño, pueden aprovecharse para regar el jardín o un pequeño huerto urbano.
Usa el agua de la secadora para planchar. El agua por condensación que acumula la secadora es ideal para planchar, ya que es un agua pura que no contiene cal. También puede usarse para los limpiaparabrisas del coche o incluso para regar. Lo mismo ocurre con el agua que se obtiene de los aparatos de aire acondicionado: es agua prácticamente destilada. Eso sí, en ambos casos no es apta para el consumo humano.
Recoge agua de lluvia. Aprovecha los días de lluvia para recoger agua y almacenarla para posteriores usos, como fregar los suelos o llenar la cisterna del baño. Puedes hacerlo con cubos o contenedores; o comprar algún sistema de recolección de aguas pluviales.
No tires el agua de las ollas. En la cocina, estamos acostumbrados a cocer verduras y hortalizas y después tirar el agua sobrante. Si en lugar de tirarlo por el fregadero, lo guardas y lo utilizas para regar las plantas, estarás ahorrando una gran cantidad de agua de una forma sencilla.
Coloca platos bajo las macetas. Esta es una manera fácil de utilizar toda el agua de riego. Lo que le sobra a unas plantas lo puedes destinar para otras. El excedente de agua quedará en el plato o cuenco que coloques bajo la planta, el cual te servirá para seguir regando.
Ya todos sabemos, o deberíamos saber, la importancia y el deber que a cada uno nos corresponde en el cuidado del agua, el consumo de esta necesidad humana no solo ha aumentado considerablemente en los últimos años, sino también se la ha contaminado mucho, disminuyendo, consecuentemente, la cantidad de agua potable en el mundo.