JAPAC y Padres, los dos mejores equipos de todo el torneo, se colocaron a una respectiva victoria de la gran final en la campaña “Ernesto Melgar Lázaro” de la Liga de Béisbol JAPAC clase Abierta, al vencer en tremendos partidos a JEMP y Fuerza Gómer con scores idénticos de 2-1.
LOS MALDITOS (o benditos) ERRORES…
El zurdo Ángel Mendoza y el derecho Radamés Robledo se enfrascaron en un exquisito duelo de pitcheo, pero a final de cuentas los errores de su defensiva le causaron al primero una derrota que ninguno de los dos lanzadores merecía.
Robledo diseminó bien los 5 hits que recibió en todo el camino para vencer a un Mendoza que en 7.1 innings admitió apenas 3 hits con aderezo de 7 ponches. Para él fueron las dos anotaciones de JAPAC, pero más sucias que el agua que vendía El Chavo del 8 pues cada una fue causada por pifias.
El dominio de Robledo fue de menos a más. De hecho, de los 5 hits que aceptó los 4 primeros fueron en las primeras cuatro entradas, y el quinto, hasta la novena ya con un out. En ese lapso sin hits, hilvanó 14 retirados con sólo un batazo a los jardines. ¡Sensacional!.
Fue JEMP quien tomó ventaja de 1-0 en la segunda entrada en que, con las bases llenas y un out, Óscar Arámbula dio rola por la antesala que parecía para doble play pero aquel logró llegar quieto a la inicial mientras entraba la quinielera.
Mendoza logró lanzar 4 entradas perfectas hasta que en la quinta Edgar Ahumada le rompió el encanto con línea silbante de hit al center. Enseguida Raúl Gutiérrez tocó de sacrificio entre el plato y la antesala, pegado a la raya, pero luego de levantar la pelota el cátcher Iribe mandó un tiro malo al short stop Adolfo López que desesperado corría a la tercera tratando de evitar que Ahumada llegara allí, pero no pudo con la esférica, salió severamente lastimado y Edgar llegó hasta el plato con el empate.
Mendoza se recuperó en grande y fue hasta la baja de la octava que, acusado por el cansancio, salió del juego luego de permitir single de Abel Rodríguez y toque de sacrificio de Paúl Gutiérrez. Vino en su relevo Luis Macías, quien si bien dominó con rola a primera base a Juan Carlos Núñez, él salió lesionado gravemente de una pierna al hacer la asistencia a la inicial.
Llegó a la loma el zurdo Carlos Aragón, quien hizo el trabajo al dominar con rola corta por tercera base a Armando Sánchez, pero increíblemente el antesalista Landeros no pudo levantar la pelota, la desvió hacia el short y todo mundo quedó quieto. Así entró la carrera de la diferencia.
En la novena alta, ya con un tercio Edgar Sánchez dio de hit al central pero el emergente Jhony Barrón bateó para doble matanza vía 463, y así concluyó este poema de juego.
PADRES Y FUERZA GOMER TAMBIÉN DELEITARON
La ofensiva de Fuerza Gómer no supo aprovechar salidas no precisamente las más efectivas de los ases de los Padres, José Ángel Ríos y Juan José Osuna, y así los aún campeones lograron llevarse con las uñas el primero de la serie semifinal al son de 2-1.
A Ríos le dieron 6 hits en 7 entradas y la carrera, por cuadrangular de Luis Fernando Guzmán, mientras que a Osuna le conectaron dos. Ambos batazos contra el relevista fueron abriendo las entradas 8 y 9, y en las dos ocasiones el corredor llegó a la intermedia pero el batazo oportuno no llegó. En total, la ofensiva desperdició ¡11 corredores! en todo el cotejo.
Fue Guzmán quien le parqueó un pitcheo a Ríos y se lo depositó detrás de la barda para darle ventaja de 1-0 a Fuerza Gómer, pero al cerrar la tanda los carmelitas empataron con infield hit por el campo corto de Arturo Sais con el que timbró Arturo Núñez.
La carrera de la diferencia cayó una entrada después cuando Misael Reyes se embasó con error del short, Pedro Velázquez dio sencillo, avanzaron con toque de José Ángel Sepúlveda y luego de rola por la inicial de Arturo Núñez para el segundo out, pasaportes consecutivos a Jhovany Rivera y Óscar Torres propiciaron que de “caballito” anotara Reyes el 2-1.
Ríos fue el pitcher ganador y Lemuel Mondaca el perdedor, ambos en plan de abridores.
